Un corazón alegre hermosea el rostro y transforma a todo el que toca

¿DECEPCIONADO?

Por Gloria Cruz


¿Quién no se ha sentido decepcionado en alguna ocasión? Todos en algún momento de nuestra vida lo hemos sufrido. Puede ser que aquel amig@ del cual esperabas cierto comportamiento te falló; puede ser que esperabas un ascenso en tu trabajo y nunca llegó; puede ser que sufriste una fuerte decepción en tu matrimonio, pensaste que era un amor para toda la vida y acabó en divorcio; puede ser que tenías unas metas para tus hijos y ellos han acabado decidiendo algo diferente para sus vidas. ¡Hay tantas cosas por las que nos podemos decepcionar!

¿Qué causa la decepción?
La decepción es un pesar causado por un desengaño. Nos decepcionamos porque tenemos ciertas expectativas sobre algo o alguien que no se cumplen.  Cuando eso pasa nos desanimamos, perdemos la confianza y tenemos la tendencia de encerrarnos en nosotros mismos, decidimos que ya no vamos a confiar en nadie más y ya no vamos a esperar nada de nadie.
Pero adoptar ese tipo de actitud para evitar un nuevo desengaño sólo nos produce insatisfacción, infelicidad, resentimiento, amargura, egoísmo, rabia y a la larga deterioro de nuestra salud porque hemos sido creados para vivir socialmente. Evidentemente no es la respuesta para superar las decepciones que enfrentamos en la vida. Tenemos que aprender a prepararnos para las decepciones, aceptando que ni la vida, ni las personas van a ser perfectas.

¿Cómo podemos sobreponernos a este sentimiento?
Estas son algunas cosas que me ayudan a mí:
  1. Reconocer que las personas no son perfectas. Que no todos piensan, ni ven, ni enfrentan las situaciones como lo haría yo.
  2. Tengo que aceptar que en la vida hay todo tipo de situaciones, algunas me van a gustar y otras no. El pensar que la vida y las personas tienen que ser perfectas es una mentira que nos creemos.
  3. Aceptar y entender que mis prioridades pueden no ser las de los demás.
  4. Aprender a ser flexible al enfrentar una situación decepcionante. Una rama que está seca, sin vida, no es flexible y se rompe cuando se le pone un poco de presión en cambió la rama verde, llena de vida, sólo se dobla.
  5. Aprender a ver el lado positivo de la situación y preguntarnos: ¿Qué tengo que aprender de la situación? ¿Cómo lo puedo usar para algo positivo? ¿Me está pasando esto porque el destino tiene algo diferente para mi?

¡La decepción no mata, enseña!

 «El tamaño de tu éxito se mide por la fuerza de tu deseo, el tamaño de tu sueño y por cómo administras la decepción a lo largo del camino». 

(Robert Kiyosaki (1947), empresario, inversionista, escritor, conferencista y orador motivacional estadounidense).

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